Testimonios de familias

"En la actualidad, los padres de familia estamos cada vez más interesados en que nuestros hijos adquieran una mejor manera de aprender, privilegiamos lo cualitativo sobre lo cuantitativo en los contenidos académicos. En mi búsqueda encontré Estudio Naranja, una escuela que me ofrecía una opción educativa constructivista, con bellas instalaciones, profesoras con un amor sincero por mis hijas, confianza, seguridad y una visión que empataba con mi modelo de familia y por si fuera poco es una escuela en la que me han dado la certidumbre de que mis observaciones serán escuchadas y tomadas en cuenta.

 

En Estudio Naranja encontré, hace 9 años, la tranquilidad de poder dejar a mis hijas con absoluta confianza; los contenidos siempre han estado enfocados en las etapas de maduración de los niños y las estrategias implican, siempre, que los niños tengan una participación, constante y prevalente en su proceso de aprendizaje.

 

Ante las diferentes coyunturas que nos ha tocado enfrentar (sismo 19S, la actual pandemia por Covid19) en Estudio Naranja siempre he encontrado respuestas oportunas por parte de los directivos y académicos. En las decisiones tomadas y las acciones a seguir siempre han tomado en cuenta a toda la comunidad en general y las distintas personalidades de los niños en lo particular. Nos han proporcionado herramientas digitales, didácticas y emocionales para que podamos acompañar a nuestros hijos durante su aprendizaje.

 

Una situación muy importante (y de la que estoy muy orgullosa) es que somos una colectividad donde los miembros nos apoyamos los unos a los otros. El colegio siempre ha propiciado este clima y en varias ocasiones y desde distintas plataformas ha colaborado con los padres de familia para tener una comunidad activa y congruente con la filosofía del colegio.

 

Yo no tengo más palabras para agradecer el cariño, el respeto y todas las habilidades que han adquirido mis hijas. Y aunque todos, padres de familia, alumnos y colegio tenemos áreas de oportunidad, sé que si trabajamos juntos y tenemos una comunicación efectiva las situaciones que se presenten serán siempre un aprendizaje".

 

Ofelia Guadalupe Rivera Sánchez,

mamá alumna de K3 y de alumna egresadas

Testimonio sobre resguardo covid-19 ante la respuesta de Estudio Naranja, algunas familias nos compartieron sus testimonios.  Co

vid 19, testimonios

 

 

¿Cómo llegamos a Estudio Naranja? Para que puedan comprender la tranquilidad que me dio el encontrar Estudio Naranja, les comparto un poco de nuestro antecedentes. Desde el embarazo todo fue muy diferente a los puntos en común que me compartían otras futuras mamás. Desde que mi enano nació había comportamientos que no estaban dentro de lo que la mayoría de recién nacidos (según los acostumbren los papás) van haciendo. Todo el tiempo lloraba, no dormía, comía muy poco y a pesar de todo ello, tenía mucha energía. Con el paso del tiempo, buscando, leyendo, acudiendo con especialistas (de los cuales recibimos diferentes diagnósticos). Preocupados de que nuestro hijo necesitaba interactuar con más niños y tener actividades extras propias de su edad, nos dimos a la tarea de buscar colegios, no buscamos en muchos, fuimos sólo a tres y decidimos ya no buscar más, porque no sé cómo explicar que algo no encajaba. Después nos mudamos de casa, y fue cuando conocimos Estudio Naranja. Desde el momento en que marqué por teléfono para agendar una cita y conocer el colegio todo fue distinto a como había sido en las otras tres escuelas. Acudí a la cita, quién me atendió fue Lili, me enseñó el colegio, el cual, desde el principio nos gusto mucho, porque una de las primeras impresiones que tuvimos, fue que era un lugar divertido, un lugar seguro, donde nuestro enano estaría bien. Al platicar con Lili, fue como platicar con alguien que conociera de mucho tiempo, la confianza brindada al conversar, para mí fue lo más importante, porque sabía que no existiría una barrera de diálogo entre directora y mamá, todo lo contrario y eso me hizo sentir muy cómoda. Debo de reconocer, que al platicar con Lili del método del colegio, era la primera vez que escuchaba sobre el método Waldorf, del cual sólo toman las bases, no es una escuela 100% Waldorf. Desde el primer momento llamó mi atención, por ser respetuoso de las etapas de los niños, porque no iba a estar repitiendo como perico las cosas, y sobretodo porque disfrutaría su infancia lo cual para mí era lo más importante. Lili con toda la paciencia del mundo me explicó cómo funcionaba el método del colegio, las cosas que podía esperar y las que no podía esperar del colegio. Que podía esperar: que mi hijo sería feliz en el colegio, que iba a estar en un lugar seguro, que aprendería jugando, que en poco tiempo hablaría y podría interactuar con sus compañeritos, que iba a estar mimado, que respetarían su proceso de desarrollo y sobretodo que lo dejarían disfrutar su infancia. Todo ello con apoyo y seguimiento en casa. Así que no lo pensamos más y lo inscribimos al curso de verano en junio del 2015, para que el curso le ayudara en su proceso de adaptación para iniciar su ciclo en K1, esto porque, jamás se había despegado de mí, su comunicación sólo era a través de señas y no tenía consolidado el proceso de control de esfínteres. En la familia pensamos que el proceso sería más difícil, sin embargo, en el colegio ayudaron mucho a que no fuese así, ya que, al sentirse en un lugar seguro, donde lo trataban como si estuviese con mamá, donde tenía la oportunidad de jugar con otros niños e ir aprendiendo, a la semana ya no lloró cuando se quedaba, a la semana y media comenzó a hablar e interactuar con sus compañeritos y salía feliz, que esa era la parte más importante. Tengo muy presente una fotografía que subieron del curso de verano, dónde está con su Miss de arte muy tranquilo haciendo su manualidad, después de que se había quedado llorando, al ser sus primeros días en el curso y la miss lo tenía ya muy entretenido y calmado. Eso quitó la gran angustia que creo sufrimos todas las mamás al dejar a nuestros niños por primera vez en el colegio. Así han pasado ya 4 años, mi hijo actualmente se encuentra cursando PF, y debo decir que es un niño feliz, que ha aprendido mucho sin tener que presionarlo, que ha disfrutado su entorno, que ha podido hacer lazos de amistad que ojalá pueda mantener a lo largo de su vida, que en el colegio nos han ayudado a sembrar las bases tanto emocionales como cognitivas, le han ayudado a madurar y desarrollar sus habilidades y a fortalecer sus debilidades. Durante estos 4 años en el colegio siempre hemos tenido un trato como de familia, jamás hemos sido un número más, conocemos a todo el personal que trabaja en Estudio Naranja, así como, ellos conocen a cada uno de nuestros peques. Cuando llegan al colegio, los niños son recibidos por Gaby o la Miss que se encuentre en la puerta, por su nombre. También en los momentos en que he pedido platicar con alguna de las maestras o la directora, siempre he sido atendida, (respetando los tiempos del colegio), nuestras dudas han sido resueltas, nos han apoyado en todos los sentidos. Nosotros estamos muy agradecidos por todo el apoyo que nos han brindado, por todo el amor y conocimiento que ha recibido nuestro enano en Estudio Naranja. !Infinitas gracias! Y también recalcar y recordar que el método de enseñanza que tiene Estudio Naranja, NO ES UN MÉTODO TRADICIONAL, por tanto si como papá buscas que tú hijo sea educado bajo el sistema tradicional, no lo inscribas en el colegio, porque tus opiniones serán que el colegio no sirve o no es bueno, lo cual, dista mucho de la realidad. Simplemente el método no se adecua a lo que quieres.  

Los métodos alternativos no son para todos los niños. 

 

Kenia Rangel


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